La Sabiduria del Ser

En medio de la soledad y del silencio, en medio del dolor y de la viudez; ante el aburrimiento, la vacuidad, no queda más que una sola vía: la de la meditación. Cuando la mente está quieta, cuando la mente está en silencio, adviene lo nuevo. Hay que agotar el proceso del pensamiento, durante la meditación. Agotado tal proceso, adviene entonces lo nuevo. Si logramos en la mente la irrupción del “vacío iluminador”, recibiremos iluminación, y esto nos reconfortará enormemente.
En tiempos de la “rigurosa tentación”, como dijera Fray Diego de Molina en su “Guía Espiritual”, hay que sumergirse en introspección, en profunda meditación. Quien quiera salir triunfante, pues, de la “noche espiritual”, que se entre a la meditación de fondo. eso es todo.
La “noche espiritual es para todos, para hombres y mujeres. Puede durar meses, como puede durar años: el tiempo varía. La mayor parte huyen, se entregan a la bebida, se escapan. Raros son, repito, los que tienen la suficiente fortaleza y tenacidad como para llegar hasta el fin. Esos que perseveren, serán salvados: esos que perseveren, llegarán a la iluminación; esos que perseveren, avanzarán por la senda de la iniciación. Eso es todo!